5000

“Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres.”

Por: Nahomi Frías Velarde

     Pieza literaria escrita por Cutberto López R y dirigida por Cut López; desde ahí ya viene con una carga emocional, ya que, esta puesta en escena nace de las inquietudes de un padre e hijo que buscan dejar un fuerte mensaje acerca de las adiciones que caminan con pisadas violetas en la mente de los jóvenes en busca de consuelo, en busca de alivio y en busca de felicidad, con el terrible sufrimiento que al terminar y mirar a todas partes no fue más que una ilusión. Un momento. Un respiro. Y con lo mucho que duele intentar empezar otra vez; con lo mucho que le duele a la madre tener que decir: “Sí”, a qué se lleven a su hijo lejos de ella a la fuerza deseando haber cambiado el destino de su hijo; Con la desesperación del joven que solamente desea escapar a un momento en donde todo está bien, y al mismo tiempo con su agonía de también querer escapar de su propia ansiedad en donde no puede evitar querer más de aquello que solamente lo hace sentir bien; Con aquel hombre que mira a diario a jóvenes heridos deseando volver a ser tan solo niños solamente así podrán tomar decisiones distintas, al mismo tiempo con su falta de eufemismo al hablar y su cortante frialdad porque al verlo diario se pierde sensibilidad. Con la ayuda de tres fantásticos actores con la misma inquietud, nos ayudan con su cuerpo y rostro a representar las emociones y escenarios de cómo la adición termina con familias completas, con sueños y con esperanza del final feliz porque para esas personas son solamente espejismos inalcanzables.

     La música, iluminación y de escenografía minimalista son un elemento fundamental para el desarrollo del mensaje tan fuerte y tan doloroso que como humanos tenemos que reconocer, porque lo que ocurre en “5000” es un recordatorio de una realidad que continúa pasando en nuestras caras todos los días, que está pasando ahora y que no está pasando lejos con dolorosas metáforas acerca de la pobreza, robos y asesinatos a lo largo de la función. La obra comienza con el poema “Los Nadies”, de Eduardo Galeano, y desde que lo escuchas puedes sentirte a ti mismo removiéndote en tu asiento con el corazón apretado, es ahí donde comienza el propósito de la puesta en escena. Excepcional trabajo realizado por el equipo de producción, dirección y por los actores con respeto y amor usando el escenario para transmitirnos a los espectadores la misma inquietud para así podernos cuestionar y comprender que al final solamente tienes al otro, ¿o es que tampoco eso?