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Aferrarse, persistir, respirar.

El texto, la idea, el coraje, olvidar.

La meta, la salida, la familia, los amigos.

El núcleo y los motivos, la llegada, el final.

Algunas veces solo hay que aguantar, así.

Aguantar. Porque sí, porque se puede. Porque hay que.

Te aferraste PIGMAN. Que terco teatro. No me dejas. No sabes. Aquí en cada tabla. Aquí en cada luz. Me tienes. ¿Te debo algo más?

Llegaste PIGMAN después de tus dos Teatro Escolar rechazados, llegaste PIGMAN materializado, después de nuestro primer encuentro en León, Guanajuato, donde llegaste a mis manos y fueron tus letras las que me acompañaron durante el mágico encuentro con Sara Pinedo y las mismas que me convencieron de que PIGMAN era una obra que tenía que conocer Sonora. Porque sí. Porque hay que.

Nos rechazaron, pero nos aferramos, nuestro planeta se cansó y llegó un monstruo a enfermarlo y nos volvimos aferrar. Trabajos, estrenamos nuevos proyectos emergentes por la situación, pero ahí estabas, seguías en el aferre. Y, llegó la hora de poner en marcha el plan.

Elenco, fecha y lugar.

No muy pronto, pero si en momentos críticos, llegaron los otros y las otras. Con sus…

Y, ¿para qué?

¿Seguro? ¿Así sin dinero?

¿Es necesario? ¿Es urgente?

¿Para qué festival o qué? ¿Para qué convocatoria?

¡La sala estará vacía, el miedo controla, el público no va!

-Para hacer, se hace teatro para ser- (mutis prologando).

Diciembre y sus posadas, no se pudo.

Enero y otra vez el monstruo, y el planeta sí cansado, pero también poco triste.

Esta vez el tiempo nos acorraló, el proceso nos pisó los talones, reubicamos nuestra meta y ustedes ya conocen la línea final: llegamos.

Aquí están los miedos. La depresión, el pánico, la gentil ansiedad. Aquí vino a caer todo. A la casa del “Joven Amigo”.

Aquí están los ahorros de seis meses de trabajado en el servicio como mesero, sí, porque algunas veces uno tiene que dejar de hacer lo que le apasiona, para hacer lo que le gusta y tener dinero para invertir en teatro, aunque suene increíble. Aida, gracias por cuidar mi motín, no podría tener mejor cómplice; Alejandro Huerta que cae gordo de tan perfecto que es, no solo hiciste un vestuario, vestiste mis ideas; Christian, coloreaste mi sueño; Lizani, quien les puso rostro a los personajes, hoy en Álamos, y no como artista si no como barista de un café, se aferra; Beatriz, las flank y el flank.  Toda la vida, siempre. No fueron tus tocados, es tu compromiso, tu energía y tu carácter lo que me llena de coraje para seguir trabajando. Quien más que tú para dejarlo claro. Eres un ejemplo de que no se puede, se tiene que poder vivir de esto.

Definitivamente no se puede solo, a veces hay que soltar el timón del barco y dejar que alguien más reoriente la ruta a su destino. Ricardo Gálvez, Karina Méndez, justo en el momento correcto. Feliz por su compañía.

El pilar principal para que este proyecto se sostenga es el Amor, ese no llegó siempre, se mantuvo. Siempre ha estado en los ojos de mi madre, en la sonrisa de mi padre, en la voz de mi hermano. Puertos de llegadas y salidas. Créanme, tengo el mejor equipo en casa. La familia no miente. La familia no se compra.

El motivo. Cuando alguien se aferra a algo, es importante tener quien apoye tu lo locura, quien te ayude alcanzar tus sueños. Mi otra familia, el nicho de creación, llegar cansado y ser recibido por una dotación de brincos y lengüetazos. Ser recibido con la cerveza fría, con la película lista, con las sabanas limpias. No se necesita mas que un abrazo y el amor de tu pareja para detener el mundo, reenfocar la pasión y detonar el impulso. Lo logramos Viviana, una más, sin dejarme solo, de la mano aquí, aferrada hasta el final. Hoy mis éxitos solo me saben si los comparto contigo. Te amo.

Confieso. El secreto de un buen montaje no recae en la mano que escribe, ni en la mano que dirige, el éxito de un montaje recae en el equipo de personajes que eliges como cómplices para desarrollar tu proyecto.

Aquí, a la mitad de este monstruo que nos domina, existen héroes con una identidad desconocida, que con sus vestuarios y máscaras nos salvan el día, robándonos una sonrisa, haciendo olvidar por un momento que afuera el planeta sigue poco triste. Estos héroes son mis cómplices. Se pusieron la capa y el antifaz y comprometieron su tiempo, e incluso salud, para sacar adelante este proyecto. La vida nos acomodó aquí. Ni ellos me eligieron ni yo los elegí.

Dionicio, Sarahí, Edgar, Danny, amigos únicos, actores mágicos; e Iban Eskorbuto que, con mención especial -lo digo porque él no es mi héroe, es mi villano favorito- hoy y siempre tú y yo sabemos hasta donde dedicamos esto.

Y así, en medio de esta bruma, de esta pesada nube gris de negatividad, nos abrimos un espacio. Un rayito de luz para recargar fuerzas y regresar. Asumiendo riesgos, trabajando sin honorarios, dialogando con nuestra ansiedad, porque a veces no hay otra manera de estar feliz si no es haciendo teatro. Gracias invitados especiales, parejas y familia, por compartir este momento con nosotros y formar parte del fin y el inicio de esta nueva aventura.

Nos conocen como Abemvs Teatro.

Teatro de compas, teatro de héroes. Teatro del barrio. Bien aferrados.

Aka CUT

Gracias.

1 Comment

  • Jose luis lopez C
    Posted 3 febrero, 2022 6:24 pm

    Un abrazo Cut lopez, Viviana y equipo por su esfuerzo y dedicacion, motiva tu energia y acción.Celebro tu juventud y ganas por hacer algo por que el teatro Sonorense siga caminando, a tus padres mi admiracion y respeto por hacerte amar el teatro y el lograr trasmitirte la importancia de tener identidad propia, aunque eso cuesta y mucho.
    Recibi un gran abrazo de tus amigos de la Petaka de Obregón, sigue, no pares!!!

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